La justicia argentina desveló que Plácido Domingo conserva vínculos desde hace muchísimos años con la secta Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA), que se mantuvo con total impunidad por casi treinta años. Estos son los detalles del nexo entre el reconocido tenor y la “secta del horror” argentina.
El juzgado de Buenos Aires sitúa el comienzo de la relación de Plácido Domingo con la organización hace al menos 26 años. De acuerdo con las investigaciones, el tenor tiene vínculos con al menos cuatro líderes de la secta EYBA.

Uno de ellos falleció hace dos años, otra se encuentra prófuga y los dos restantes fueron detenidos. Los investigadores de la causa desvelaron que al menos siete mujeres fueron explotadas sexualmente e incorporadas a la organización cuando eran menores de edad. Y entre las tantas pruebas que acumula la justicia argentina, tres audios aluden a Plácido Domingo, un artista que solicita servicios sexuales.
Los contactos de Plácido Domingo y la «secta del horror» argentina
En febrero de 1996 el tenor ofreció un concierto en el Campo Argentino de Polo de Buenos Aires. Aquel show terminó de confirmar los vínculos que Plácido Domingo mantuvo con la secta de Buenos Aires, y específicamente con los cuatro líderes que mencionamos previamente.




El tenor cerró el concierto con una ópera compuesta por Susana Mendelievich, miembro histórico de la organización, y Rubén D’Artagnan González, un violinista que habría abierto la filial Chicago de la secta EYBA.
Dicho cierre fue en dueto con Verónica ‘Loia’ Iácono, en ese momento debutante lírica, y hoy buscada por Interpol por haber participado de la organización en Estados Unidos. El cuarto integrante de la “secta del horror” con el que se vincula al tenor es Luis Percowicz, el líder de la organización.




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De los cuatro implicados que hemos mencionado, Percowicz y Mendelievich fueron detenidos hace una semana. Recordemos que Domingo ya había sido acusado de acosar y agredir a más de 20 mujeres a lo largo de su carrera, por lo que este escándalo lo vuelve a ubicar en el centro del malestar público.