Luego de semanas de polémicas, viajes, fotos solos y mucho escándalo, han tomado una sana decisión. Ana María Aldón y José Ortega Cano no volverán a hablar de sus intimidades familiares. Pero parece que ha sido un paso que solamente dieron los adultos, pues sus respectivas hijas no pierden oportunidad.
La última vez que Ana María puso un pie en un plató abrió su corazón y comentó, a fondo, como se encontraba. Los conflictos familiares hicieron mella en la colaboradora y su salud mental estaba al límite. Todo esto desde que ‘En el nombre de Rocío’ vio la luz.

Gema Aldón, la hija de la diseñadora, no ha dudado un solo momento en defender a su madre en la televisión. “He callado más de lo que sé, hay cosas que se han quedado en el tintero, pero que se dirán en su momento”, sentenció en ‘sábado Deluxe’.
Los últimos pasos de Ana María Aldón
La mujer del torero se ha montado a su coche para dirigirse al domicilio que comparte junto a José Ortega Cano. Sin detenerse a confirmar quién estaba en el lugar, llegó acompañada de Álvaro Burdiel y sin emitir declaraciones de la tensa situación que se vive.




Mientras tanto, Ortega Cano no ha pensado siquiera en ponerle fin a sus vacaciones de verano. Por el contrario, el viudo de Rocío Jurado está disfrutando al máximo su tiempo junto a su hijo José María y Marina. Lejos de volver a explotar ante los micrófonos de algún programa de televisión, el torero tomó distancia del asunto.




Ni las declaraciones de Gema Aldón contra Gloria Camila ni los movimientos de su mujer pueden alterarlo ahora mismo. De hecho, Ana María y José no han sido vistos públicamente desde que comenzó el drama. Los rumores de una inminente separación no hacen más que avivarse.