Elio Valderrama está pasando por uno de los momentos más complejos de todos. Esto se debe a que hace cuatro meses, su esposo y compañero, Jesús Mariñas, falleció a causa de un cáncer de vejiga con el que venía luchando hace mucho tiempo atrás. Lamentablemente, fue en mayo de 2022 cuando se producía su deceso.
Mientras estuvo internado y atravesando diversas complicaciones de esta enfermedad, Elio Valderrama lo acompañó todo el tiempo. Nunca se despegó de su lado y lo amó hasta el minuto final. Es por eso que ahora es difícil para él seguir sus días sin Jesús Mariñas. Afortunadamente, tiene gente que lo cuida y lo ayuda a salir adelante.
Al menos así lo dieron a conocer desde el diario «El Español», donde tuvieron la posibilidad de dialogar con alguien de su entorno, quien brindó detalles de quiénes son las personas que están a su lado y cómo es ahora la vida del viudo a cuatro meses de esta fatal partida que lo dejó destrozado.
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«Echa muchísimo de menos a Jesús, sobre todo en la casa. Son muchos recuerdos, muchos años y muchas las vivencias juntos«, compartieron. Y en esos días donde la tristeza pesa más, es cuando se refugia en amigos y afectos. Tales y como son Paloma Barrientos, Lola Herrera o Belén Rodríguez, con quienes hace poco se vio una postal en Instagram.
«No le está resultando fácil hacerse a la nueva vida. Este verano ha sido especialmente duro. El primero sin Jesús y el primero en que ha tenido que pensar solo en él».
Lola Herrera ha sido fundamental para en este momento tan particular. Sucede que tienen una relación casi de madre e hijo. Algunas actividades que lleva a cabo el fotógrafo para mantener vivo el recuerdo de su esposo, es hablarle y buscar su esencia en cosas como, por ejemplo, las flores.
Elio Valderrama se refugia en amigos.Y también, visitando los lugares favoritos del periodista. Por ejemplo, el restaurante madrileño «Casa Lucio». «Lucio sintió especialmente su muerte. Le afectó porque Jesús llenaba el local cuando llegaba. Siempre ocupaba el mismo lugar y nunca hacía falta que pidiera nada; ya sabían todos los camareros lo que quería», contaron hace un tiempo sobre Jesús.
