Menos de 48 horas después del fallecimiento de la reina Isabel II, su primogénito, Carlos III, ha sido proclamado Rey de Inglaterra en el palacio de St. James de Londres, donde se llevó a cabo la solemne ceremonia que no ha dejado indiferente a nadie.
El acto de proclamación, que ha sido retransmitido en directo por la televisión británica y seguido por numerosos medios internacionales, fue el primero en la historia de Reino Unido en ser emitido a través de la pequeña pantalla.

Durante la ceremonia, Carlos III no estaba solo, lo acompañaban su mujer, la reina consorte Camilla, y el príncipe Guillermo. Además, contó con la presencia de alrededor de 250 consejeros, entre ellos la primera ministra Liz Truss, y los exprimeros ministros Boris Johnson, Theresa May, David Cameron, Gordon Brown y Tony Blair, así como importantes funcionarios públicos, parlamentarios, comisionados de la Commonwealth y el alcalde de Londres.




La solemne ceremonia se dividió en dos actos: En el primero, tuvo lugar el anuncio del fallecimiento de la Reina Isabel y la proclamación de Carlos III, por parte del Consejo de Adhesión. Y el segundo acto tuvo como eje central celebrar el primer consejo privado del nuevo Rey de Inglaterra, quien realizó un segundo discurso como Rey, pronunciando unas tiernas palabras a su “amada madre”.
El discurso de Carlos III
El heredero del trono no tardó en despedir a su madre con unas dulces palabras: “Su reinado fue inigualable en su duración, su dedicación y su devoción. Incluso mientras estamos afligidos, damos gracias por esta vida tan fiel”, comenzó.




“Es mi doloroso deber anunciarles el fallecimiento de mi amada madre, la Reina. Sé profundamente cuánto ustedes, la nación entera, y creo que podría decir el mundo entero, simpatiza conmigo por la pérdida irreparable que todos hemos sufrido. Es el mayor consuelo para mí”, continuó, en la histórica ceremonia.
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Sobre su nuevo deber, subrayó que dedicará su vida a él: “Se me ha conferido una tarea a la cual voy a dedicar el resto de mi vida”, y enseguida realizó su juramento como nuevo Rey de Inglaterra y firmó los documentos donde se incluye el título elegido: Carlos III.