Luego de dar el ‘Sí, quiero’ en una capilla en Las Vegas el pasado 17 de julio, Jennifer López y Ben Affleck han decidido hacer parte a sus familiares y amigos de este gran momento de amor y unión. Para ello planearon juntos, y lejos de sorprender a alguien, una segunda boda colmada de detalles de lujo, gastronomía para el recuerdo y un vestido de novia de alta costura.
Lejos está de ser una ceremonia sencilla. De hecho, duró tres días, comenzando el pasado viernes con los incitados asistiendo al lugar a una preboda. Es lo que los estadounidenses llaman “ensayo”, para que todo salga tal cual lo planeado en el día más especial para la pareja. El sábado, Jennifer López llegó a la ceremonia luciendo un vestido diseñado por Ralph Lauren que daban un aspecto flamenco por los volados en su parte inferior.
La felicidad de Jennifer López y Ben Affleck en su nueva unión
Durante días previos a la ceremonia vimos a distintos trabajadores preparar la carpa donde la pareja volvería a unir su amor. De hecho, veíamos que entre las columnas se dejaba libre un gran pasillo, el mismo que la cantante recorrió para llegar hasta su amado y volver a jurarse amor eterno. La boda fue en su gran mansión en Georgia, escoltada para evitar que la prensa o fanáticos pudiesen ingresar.

Pero, más allá de tanta alegría, la pareja tuvo que lamentar un suceso. El primer día de festejos, Christopher Anne Boldt, la madre de Affleck, se cayó de un muelle en la propiedad y sufrió heridas en su pierna, según cuenta el ‘Daily Mail’. Los festejos comenzaron el viernes en el hospital asistiendo a la mujer, quien recibió puntos de sutura.
Pero también se lamentaron dos grandes ausencias en la gran segunda boda. Jennifer Garner, exesposa y madre de tres de los hijos de Ben Affleck, no podrá asistir, pese a estar de lo más cómoda con la idea de que JLo y su ex se unan en matrimonio. Según detallaron en ‘Hollywood Life’, se debe a compromisos profesionales.




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Pero tampoco pudo asistir Casey Affleck, hermano menor del actor. Se quedó en Los Ángeles, respondiendo a sus obligaciones como padre. El actor tiene dos hijos, Indiana, de 18 años, y Atticus, de 14; fruto de su anterior matrimonio con Summer Phoenix. Dos sillas vacías que eran de lo más importantes en la vía de Ben, pero que seguro le hicieron llegar sus mejores deseos por canales privados.




Este domingo tuvo lugar el gran fin de fiesta. Con una barbacoa para todos y un espectáculo de fuegos artificiales, el último día de la semana se transforma en el broche de oro que un amor en pausa por casi veinte años debería tener. Las autoridades solicitaron a todo tipo de dron y helicóptero que busque una fotografía exclusiva que se aleje del sitio para evitar accidentes por el espectáculo de luces.